La asamblea familiar es un lugar de encuentro para la comunicación. Un lugar especial donde se sabe a lo que se va y lo que allí ocurre..que nuestra voz , deseos, pensamientos y sentimientos serán escuchados por todos y tendrán valor constr
En la asamblea no solo se habla de las acciones de los hijos y los motivos que lo ocasionaron, en la asamblea se habla de las acciones de todos. Perdemos el miedo a decir lo que pensamos y todos aumentamos el vocabulario con el que nos relacionamos. Los conflictos, las emociones y las normas son tan importantes como hablar del cuento que hemos leído juntos. Con el tiempo estaremos favoreciendo que todos escuchemos primero todos los puntos de vista antes de tomar decisiones. Cerrar un día con una asamblea es una rutina que ayuda a entender desde... en qué día vivimos a qué tiempo ha hecho hoy o como hemos estructurado el día y qué nos espera mañana. Lo ideal es celebrar la asamblea por las mañanas, pero las familias generalmente no tienen tiempo de estar ese rato relajados antes de comenzar la jornada, así que la asamblea del anochecer puede enriquecerse con músicas suaves, un libro, una fotos de alguna actividad realizada en ese día...todo aquello que invite a una rutina de cierre y descanso. No olviden que los niños viene enseñarnos cosas muy importantes para vivir.
uctivo.
Desde el principio de la humanidad existían rincones donde se reunían las tribus a comunicarse para comprenderse con expresión y escucha efectiva.
La propuesta es crear en casa ese lugar íntimo donde las emociones tengan su lugar de reposo, donde la luz sea agradable, los colores expresen el momento del día, donde el cuerpo sienta la comodidad y donde todos los miembros de la familia se reúnan a diario con la intención de estar un momento en la paz.
Podemos habilitarlo de cojines, un objeto que sea testigo de quien tiene la palabra y una campanita para empezar y acabar la sesión. Tras tocar la campanita no nos levantamos sin más...nos damos las manos y hacemos una respiración profunda por cada miembro de la familia....si solemos tres, serán tres y si somos cinco, serán cinco. La edad de los hijos no es motivo de esperar a más adelante para iniciar este ritual, la pareja aún sin hijos debiera crear este ambiente a diario y si los bebés crecen con la asamblea la comunicación familiar formará parte su normalidad.
Desde el principio de la humanidad existían rincones donde se reunían las tribus a comunicarse para comprenderse con expresión y escucha efectiva.
La propuesta es crear en casa ese lugar íntimo donde las emociones tengan su lugar de reposo, donde la luz sea agradable, los colores expresen el momento del día, donde el cuerpo sienta la comodidad y donde todos los miembros de la familia se reúnan a diario con la intención de estar un momento en la paz.
Podemos habilitarlo de cojines, un objeto que sea testigo de quien tiene la palabra y una campanita para empezar y acabar la sesión. Tras tocar la campanita no nos levantamos sin más...nos damos las manos y hacemos una respiración profunda por cada miembro de la familia....si solemos tres, serán tres y si somos cinco, serán cinco. La edad de los hijos no es motivo de esperar a más adelante para iniciar este ritual, la pareja aún sin hijos debiera crear este ambiente a diario y si los bebés crecen con la asamblea la comunicación familiar formará parte su normalidad.
En la asamblea no solo se habla de las acciones de los hijos y los motivos que lo ocasionaron, en la asamblea se habla de las acciones de todos. Perdemos el miedo a decir lo que pensamos y todos aumentamos el vocabulario con el que nos relacionamos. Los conflictos, las emociones y las normas son tan importantes como hablar del cuento que hemos leído juntos. Con el tiempo estaremos favoreciendo que todos escuchemos primero todos los puntos de vista antes de tomar decisiones. Cerrar un día con una asamblea es una rutina que ayuda a entender desde... en qué día vivimos a qué tiempo ha hecho hoy o como hemos estructurado el día y qué nos espera mañana. Lo ideal es celebrar la asamblea por las mañanas, pero las familias generalmente no tienen tiempo de estar ese rato relajados antes de comenzar la jornada, así que la asamblea del anochecer puede enriquecerse con músicas suaves, un libro, una fotos de alguna actividad realizada en ese día...todo aquello que invite a una rutina de cierre y descanso. No olviden que los niños viene enseñarnos cosas muy importantes para vivir.