"Con la Luna".....menstruando en mi primer día.
Es un día en el que me paro si puedo.
Cuando coincide poder...me paro, y me siento el cuerpo, lo escucho, le hablo.
Es un día bello en mi sangrado sagrado de mujer en edad sabia.
Y cada primer día de Luna cierro los ojos al meditar y veo que hay desarmándose y descamándose dentro de mi, que deseos internos hay, que me quieren hacer ver mis sombras a través de pequeños rayos de luz.
Y sonrío porque casi siempre lo que veo me gusta, y si no me gusta tanto, lo acepto porque es parte de mi , es mi emoción en su estado más puro.
Mas yo que nunca....
Y ahí mirándome por dentro me reconozco, me intuyo, me comprendo y me acaricio.
No quiero hacer desaparecer el dolor, quiero saber de él , de lo que ese dolor habla...de mis bloqueos por trabajar, de mis largos años de acumular histerias y frustraciones.
En este día de Luna cerré los ojos mientras hacía un triángulo con mis manos sobre mi útero. Respiré y me vi con Marina haciendo un fuego pequeño al atardecer en alguna playa de esta Isla que me enamora y hablando de brujas que somos "normales".
Marina hace muy poco me hizo reír con estas espontáneas palabras mientras agarraba fuerte mis manos...
"¡Qué alivio Elena...tu por lo menos eres tan normal!"
Y luego me vi con mi amigo de silencios, apoyada en su pecho mirando juntos algún lugar bello que el quiso enseñarme pero al que nunca fuimos. Lo mejor de la escena era lo que el me contaba y yo oía...... en silencio, claro. Una historia de antiguas costumbres y cambios sociales...matriarcado me decía....cuando las madres tenían un rol central de liderazgo político, autoridad moral y control de la propiedad. Aquella época en la que las mujeres eran los calendarios de los hombres que gracias al sangrado aprendieron a mirar para la Luna y a ese mismo ritmo sembraban, podaban y el paso del tiempo se les hacía presente.
Una historia de esas tan interesantes que el me cuenta y yo agradezco tanto.... porque me hacen crecer en ese espacio donde los silencios pueden estar llenos de palabras.
Los días de Luna dejan un gran espacio que invita a entrar lo nuevo dándole cabida.
En estos días, si te paras, ves cosas normales que hemos desnormalizado a base de cargarnos nuestra mirada cíclica a la Luna.
Veo las normalidades y formalidades en sus mil formas.
Me siento tan normal como Marina lo es aunque se sube a un avión maquillada como un sarantontón con sombrero de copa en dirección a otro país.
Los normales somos tan diferentes a ojos de los que dejaron de hacer lo que quieren a cambio de hacer lo que necesitan.
Los que lo vivimos casi todo desde el aceptar lo que es, desde la confianza, el respeto, la empatía...nos encontramos, nos reunimos y sentimos fuerte como se alegra ese ser que habita dentro.
Son seres nutrientes que llegan....nutrientes que dan energía a esa parte bicha y traviesa que no quiere morir. Nueva mujer de cada ciclo, quería compartir contigo esto.
Hay tanta falta de serenidad gestual y verbal.
Tanta falta de arriesgarnos a ser sorprendidos y flotar desprotegidos para recibir sin más.
La gente esta tan tensa, tan ruidosa, tan a la defensiva....tan dormida y desconectada, que cuando aparece como de la nada un ser que practica la escuela del vivir, puede que no sepan que hacer con el/ella.
Gracias por estar, gracias por llegar así de repente, inesperada.
Me nutres de normalidad....gracias.
