Que bonito me parece el momento en el que
la mujer
embarazada o recién parida
se abre a
compartir lo que es para ella la crianza!
Y con que delicadeza necesitan que se
les muestre el abanico de todo lo que puede elegir hacer!
Porque una imagen
natural pero brutalmente desconocida puede ponerle limites defensivos
si llega antes de que este preparada!
Necesita tiempo para interiorizar.
Tiempo para escucharse instintivamente.
Y su bebé necesita tiempo para comunicarle como sería maravilloso que nos
encontremos, nos sincronicemos, nos fusionemos...
aunque ya esté fuera de ti.
Hay elecciones que llegan solo cuando el sentir esta a tope!
Y es que últimamente me encuentro con formas
de entender la promoción de la
lactancia y la crianza que me ponen los pelos de punta y más que poner a la
mujer cerca e invitarla a
conocer,
provocan una huida.
Hay que entender que si una mujer
nunca ha tenido en su historia de vida a otras mujeres con otros modelos de
crianza (que por el momento están lejos de su plan), y así
a su ritmo
poder asimilar las múltiples formas que
puede adquirir el mundo que elija,
y lo primero que se le muestra
es el extremo que está al otro lado antes de iniciar el camino, puede pensar y
sentir que ese camino
no lo quiere porque la supera la velocidad y cultura a la que se la invita
para vivir.
El verdadero acompañamiento parte de la precaución al compartir lo que
nos gustaría
"apasionadamente"
que la mujer descubra sobre qué
hacen otras mamás o
cómo
nosotras lo hacemos con nuestros hijos.
Desde el respeto y observación se equilibra el punto que informa a las
personas que acompañamos sobre
para qué está ella preparada hoy y quien
ella es ahora,
para que cuando se reconozca
transformándose hacia su nueva
realidad, en mucho se parezca a aquello que le da
seguridad.