jueves, 29 de noviembre de 2012

Es que quiero contarte lo que siento por ti...



Hace poco alguien me dijo...
Es que quiero contarte lo que siento por ti...

¿Cuantas circunstancias viejas del pasado arrastramos hasta el punto de llevar guardado tanto que no conseguimos expresarlo hasta que un día se salta del alma y no puedes dejar de hablar?

¿Cuánto  es amor y cuánto es miedo cuando impide  desahogar el sentir?
El amor es aquello con lo que nacemos y el miedo lo aprendemos aquí...

Miedo a expresarnos..
Miedo a estar enfermos e ir igual a trabajar..
Miedo a que se nos vea demasiado...
Miedo a amar por si no te corresponden...
Miedo a parir...
Miedo a criar...
Miedo a portear.....
Miedo a comprometernos...
Miedo a compartir...

Seguramente el amor no te ayudará a conquistar todas las cosas...pero sí las pone en su debido lugar.

A veces dejas de dormir con tus hijos porque otros han decidido callar tu instinto pensando que es lo mejor para ti como mujer y como familia.
Sienten miedo a algo que no conocen.
Quieren hacer tuyos sus miedos.
Pero, ¿saben? Las cunas no se inventaron hasta el siglo XIV.
Todos los cientos de años anteriores son muchos más que los que han pasado desde que nos separaron del cuerpo de nuestras madres y el resto de la manada en las horas más vulnerables!!!
Llevamos más tiempo durmiendo juntos que separados en la historia humana!
Pero nos cuesta escuchar al instinto...nos da miedo descubrirnos y darnos cuenta que la vida de hoy no es compatible con lo que siento y quiero.
Y CALLAMOS......o nos salvamos buscando en medio de una crisis brutal la respuesta lógica.  La lógica moderna...
Menos mal que hemos entrado en la era de la conciencia y estamos recuperando la intención  humana de ser instinto.

Miedo a que piensen mal de ti?
Miedo a que tu hijo se malcrie?
Miedo a estar cerca?
Miedo a que no te amen lo suficiente...?
Miedo a abrir tus emociones a los tuyos?
Miedo a no ser capaz de hacerlo sin consejos.

Recuerda esto que leí...
Tu YO perfecto es el amor que hay dentro de ti...guíate por él.

Está claro que hay que estar unido de alma, porque las personas que se unen de alma estan compartiendo la luz mas grande, el amor.

Nuestros hijos necesitan de las dos cosas, de alma y cuerpo...en realidad todos necesitamos de las dos cosas!!!

Los niños a los que nadie acaricia nunca corren el riesgo de ser autistas o incluso morir de tristeza en situaciones de absoluta separación....porque si.
¿Pero a que edad dejamos de necesitar que nos acaricien, achuchen, entreguen amor de alma?
¿Los que ya somos mayores porqué creemos que eso es cosa de niños?

¿Quien necesita más el colecho (compartir el lecho)? El niñ@ o la mamá y su familia?

La experiencia de muchas madres...
  Ellas cuentan que en la hora en la que sus hijos se despidieron y se fueron a sus lechos tan decididos...descubrieron que es que ellas los necesitaron siempre más a ellos que ellos a ellas.

Exprésate sin miedo aunque quien te oye piense mal de ti...no luches más por quedar bien con los otros. Quédate con la idea básica de lo que quieres transmitir. 
Quién te escucha si lo hace con amor y sin juzgarte sabrá entender como te sientes.
Háblale de tu sentir. Y si no te apetece explicar, hazte muda y sorda.

Abre tu corazón y piensa desde el amor a quién le has dejado de decir tantas cosas que querrías haberle dicho.
Párate hoy un momento delante de una de  esas personas y dile....(en persona o escribe para ponerlo fuera de ti)

Es que quiero contarte lo que siento por mi, por mi hijo, por mi familia, por ti.

Gracias vida....