miércoles, 15 de mayo de 2013

Hagan algo!!! Y se fastidió!


Los primeros dos partos que acompañé en el año 89 y 90 fueron los míos.
Me acompañé a mi misma...sobre todo en el segundo, que tuve la suerte de ponerme de parto en casa de madrugada y yo solo tenia ganas de dormir...y eso hice.
Me despertaba justo el tiempo que tardaba la contacción y me dormía de nuevo.
Cuando ya sentí que no me podía sentar mientras le hacia el desayuno a mi hija la mayor (15 meses), fuimos al hospital.
Entonces, llegue en el temido cambio de turno del personal de paritorio, y me acostaron en una cama mientras tomaban ellos el café...relajados.
Y allí, en ese ambiente de aroma a cafecito y bollitos, parí casi yo sola. La señora de limpieza fue la que llamó a los médicos entre gritos adrenalínicos...entonces en ese instante...se bloqueó todo!

Durante mucho tiempo pensé que había sido la peor experiencia entre mis tres partos...pero dejando a un lado la segunda parte en la que terminé de parír con un ginecólogo que se llamaba Ángel...pero que no lo era, esta primera parte de dormirme en casa hasta el final de la dilatación y quedarme sola en un cuarto de un pasillo del hospital donde mi punto de mira no se separaba del tornillo de la mesa de noche metálica en cada contracción, fueron instantes maravillosos, aunque esto lo descubrí en un Congreso sobre Salud primal cuando mi hija ya tenía los años suficientes para decirle....
Amor, nuestro parto fue maravilloso...no hacia falta que estuviera nadie más.

Sólo la experiencia te hace saber mucho de ti....pero no te hace tener respuestas fijas, porque en mil partos hay mil mujeres diferentes, en mil lactancias hay mil lactancias diferentes. No hay respuestas cerradas.
Hacer un bebé, parir un bebé o lactar un bebé...es un arte único e irrepetible.
Lo que aprendí de mi era que la maternidad le daba mucho sentido a mi vida. De hecho empecé a informarme en libros de obstetricia y buscaba la forma de ser matrona.
Pero la vida me fue poniendo otras cosas delante....
Hoy miro para atrás y veo claro qué era lo que la vida quería de mi abriendo esta caja mágica.
Quería que fuera lo que soy, una mujer que sirve a otra mujer...acompaña emocionalmente su camino en la maternidad, la creación de la familia, la crianza.
Eso le da sentido a mi vida.
Pero no siempre es fácil. En el mismo ritmo que creces en ello te tienes que distraer de lo que oyes y te quiere apartar del camino. La cuestión es continuar como si fueras por momentos sorda, o oyente pero sonriente en paz...en definitiva buen sentido del humor y poner un gran foco sobre lo que la vida quiere de ti y no perderte. La pérdida de la cultura de la crianza instintiva hace el camino lleno de piedras que sobrepasar, porque con esa pérdida de cultura han nacido mil mitos agresivos contra la mujer y su espacio.

La realidad es que la vida para darme muchas pistas accionó lo siguiente en mis amigas a las que agradezco mucho su confianza y todo lo que aprendí...
Empezaron a llamarme para que las acompañara en sus partos o simplemente por circunstancias ocurría que yo estaba allí.
Tras este estado personal, empecé a sentir muchas cosas, algo se puso muy vivo en mi.

Y así de casualidad llegó el parto de María, año 1990...Íbamos por la calle Mesa y Lopez de G.C. para comprar mi moto y se sintió un poco mal. Su marido no podía salir de trabajar y fuimos al hospital. Estaba de parto, parió conmigo. Fue la primera vez que acompañé un parto de otra mujer....y nunca se me olvidará, por ser mi primer parto, y por el mordisco que mi amiga le dio al medico en plena maniobra de Kristeller.
El segundo parto que acompañé fue largo, muy largo...y a las 9 de la mañana tras dos días de acompañamiento iba a mi casa tan llena de amor que no me di cuenta de que el semáforo estaba en verde y los coches pitando...me había ido a otro planeta.
Y luego el de Carla, y luego el de Teresa etc....

"Es urgente volver a la superficie, los humanos estamos tocando fondo con el nacimiento"


Hay gente sensacionalista que hace un gran favor SIN ELLOS SABERLO a que esto se recupere.
Mal interpretan y hablan sin estudiar en profundidad, no son prudentes, hablan con la imagen crítica y no constructiva, hablan desde el ego Y LA DESINFORMACIÓN.

La mayoría de ell@s no saben bien que es una Doula por lo que se ve, pero opinan cosas tan ignorantes como que las Doulas queremos hacer de matronas y que cómo nosotras vamos a saber más que ell@s!!!
Cogen dos frases sensacionalistas basándose a medias en lo que ha dicho algún gran científico, una monitora de lactancia o una Doula sobre nacimiento o lactancia materna y hacen un artículo que vende incultura en algún periódico, blog o revista. Hasta en algún telediario me han dejado con la boca abierta.
Pero gracias a ellos se habla del tema y se debate más, aunque el impulso sea una crítica no constructiva para llegar al punto cero.
Desgraciadamente hoy funciona así.

Un "Sálvame" sobre nacimiento y crianza, pero no de los que salvan...sino de los de la caja tonta.


Yo creo en mi vacío y lo lleno de sabor a madre pura, siento que es el camino a la esencia...y la esencia que es el fluir libre y toda su naturaleza.
Y ahí estoy al servicio de los que eligen mi presencia...mi presencia es suficiente.
No hago nada para estar...simplemente estoy.

La Doula que acompaña, escucha a la mujer y responde a sus preguntas....sus miedos.
Solo escuchando sabe como va, conquista la plena salud respetando la fisiología humana, trabaja con el sabio amor maternal instintivo...

Ahora están de moda tantos talleres y cursos sobre que hacer para parir....

Ojalá recuperemos el hábito de dejar a las mujeres en paz cuando están pariendo vida.
Como mismo me sentí yo en mi segundo parto....tan respetado, aunque fuera sin querer...porque desde que pudieron me invadieron.

Está pariendo!! (grito la señora del servicio de limpieza)....Hagan algo!!! Y se fastidió!