lunes, 8 de julio de 2013

Acompañar......


Un día me senté en mi mecedora con un folio y un montón de lapices de colores de mi hija.
Recuerdo que en ese acto no había afán de iniciar ningún proyecto en concreto, lo que necesitaba era parir unas emociones que aún hoy se gestan tomando forma.
Lo que si tengo claro es que desde ese instante en el que saqué esos variados colores de madera los afilé con amor y con valentía...porque hay que ser muy confiada y valiente para enfrentarte a hacer lo que le da sentido a tu vida....por muy loco que parezca ante los ojos de los demás.
Y de ahí salió esta imagen del encabezado...una mujer que su cabeza esta floreciendo e iluminándose, que en sus brazos y muy cerca de su corazón portea el amor que mece al nuevo ser, que sus ropas son prestadas de la naturaleza porque nada le pertenece de forma perpetua. Una mujer a la que le van a salir alas llenas de espirales de colores que tanto van girando hacia el interior de su sentir como al exterior infinito. Y sobre todo humilde, entregada y libre para caminar por donde ella quiera...descalza.
Esa mujer representa a todas las mujeres que veo...entre las que me mezclo.
Soy Doula....

Ser Doula es algo más que un proyecto de vida, es un sentir muy fuerte donde cada latido te mueve hacia algún lugar inesperado y tu te dejas llevar.
Hace mucho que acompaño a mujeres...muchísimos años ya, más de la mitad de mi vida, y gracias a Dios sigo siendo deslumbrada por la luz que se pone ante mi...sigo aprendiendo, alucinado, llenando de bellos momentos mi agenda...sigo ilusionada por lo impredecible, lo inesperado.
Las Doulas nos movemos constantemente entre el encuentro consciente de la mujer con sus necesidades normales para parirse emocionalmente y la incosciencia o vuelo a lo primitivo y reflejo en el momento real del parto.

Ayer Domingo  acompañé a tres mujeres .
A una de ellas fui yo a verla  a su casa que es cerquita de la mía...a esta la llamaremos África.
La otra mamá que vive muy lejos y a la que llamaremos Mar
Una de ellas vino a mi casa, a esta la llamaremos Alicia.

Estas tres  historias me hacen recordar por el fondo que conlleva a la de Los tres cerditos.

África ha hecho la casa de ladrillos. Ha estado rodeada durante su embarazo  de cerditos que habían hecho casas y de forma instintiva esta nueva casa le ha salido fuerte y segura, porque la primera casa que fabricó hace tres años a África se le cayó...y esta vez quería hacer cimientos.
"Elena, estar en este punto de mi segunda  maternidad y lactancia ...sin dolor, sanando mis miedos y aprendiendo cada día...me mueve hacia algo que no se aún lo que es, pero quiero ayudar a otras mujeres"
África y yo hablamos relajadas en nuestros acompañamientos. Acompañar es hablar de cualquier cosa..no siempre de úteros y leche materna, derechos de la mujer en el parto o posturas al pecho, hablamos mientras estamos...lo importante para África es estar, la presencia a cualquier hora. Y así lo hacemos.

Mar no sabía hacer casas, pero  buscó a los grupos de apoyo cuando empezó a hacer la suya y ver así como otros cerditos hacían sus casas y se entregó a intentar hacer una de madera...era un cerdito valiente y en su entrega sabía que quería intentarlo...tener la experiencia aunque nada garantizara al clavar el primer listón que el éxito estuviera garantizado. Mar, quería dejar la puerta abierta a cambiar de opinión en cualquier momento...y para eso quería tenerme cerca.
"Elena, muestrame mi leche ahora que he parido...necesito saber cuanta tengo, eso me dará tranquilidad"
Mar y yo masajeamos su pechos y ella pudo contar cuantas salidas tenia de leche en cada pezón y areola. Tras esto le expliqué que la cantidad justa era imposible de contar...que tendríamos que aprender a confiar mientras observábamos la perfección de su naturaleza.
Me cuenta como a su amiga le salia la leche como si fuera una ducha...y ella quiere ser una ducha también. Tiempo....

Alicia no fue a grupos porque nunca había pensado que las casas tuvieran que aprenderse a hacer...Pero cuando la vida se abrió a lo nuevo...tuvo un nuevo sentimiento que jamás pensó que le nacería, un gran impulso la empujaba a fabricar la casa que le daba sentido a su vida.
Alicia cuando me llamo estaba triste. Ha parido con sus amigas las cuales se embarazaron todas casi a la vez. A Alicia cuando quiso darse cuenta ...el lobo la estaba soplando tan fuerte que su casa se cayó.
Tras un mes sin la casa de sus sueños...Alicia me busca y me cuenta.

"Estoy triste, lloro.... Y cada vez que salgo con mi hija a la calle y saco el biberón la vida me sienta delante a una mamá que se saca la teta...y lloro más..."

Evidentemente para Alicia es importante amamantar...pero cree que tras un mes sin hacerlo no podrá por falta de leche. Lo que Alicia no sabe es que tener leche no es algo que ocurre solo en el pecho...ocurre en su sentir y en sus deseos...en sus pensamientos, y eso ya existe en ella.
Cuando una mami me pide destetar...la energía de amor con la que me dirijo es la misma, porque yo no traigo decisiones...traigo muchas ganas de escuchar y servir.

Entonces   ocurrió el milagro.
Hablé con la bebita...luego esta miró para la mamá y para su teta.
La olió y la babeó...abrió entonces grande su boca y mamó.
Su mamá lloraba  de emoción. Lloraba y lloraba mientras apretaba a su hija contra su pecho....lloraba y acariciaba pensativa a su bebé mientras sus lágrimas caían y el papá que veía la leche gritaba...siiiii! Tienes leche!!!!...
Para Alicia...hoy comienza lo que ella soñó siempre que sería.

Cada mujer es libre de elegir....las Doulas no traemos verdades cerradas...traemos los brazos abiertos a cumplir la ilusión de cada mujer...con su forma perfecta para ella.
Lo que está claro es que por mucho que el lobo sople y sople.....si se está en la confianza absoluta con lo que se quiere hacer, no logrará que tu casa caiga abajo.

Gracias por un Domingo lleno, rico de sonrisa pensativa ante la puesta de Sol con mi te verde calentito entre mis manos.